Nortimex
Antes de viajar a Veracruz, su abuelo le deseó suerte y lo
animó a que regresara a casa con una medalla. Dos días antes de competir, el
luchador Alí Soto se enteró del fallecimiento de ese hombre de 83 años al que
tanto quería; Soto se inspiró, le dedicó su actuación y ganó la medalla de
bronce en los Juegos Centroamericanos.
Alí Soto ganó el tercer lugar en la categoría de hasta 59
kilógramos al imponerse en el repechaje al colombiano Doitcher Toro con
marcador de dos puntos a cero.
"Esa medalla se la dedicó a mi abuelo que ayer acaba de
fallecer. Sólo le dedico las palabras, ya se las di en lo hondo, va para
él", indicó el gladiador todavía con lágrimas en los ojos.
Al preguntarle si recordaba algún consejo recibido de su
abuelo paterno, optó por guardar los
detalles, pues afirmó que fueron "puras barbaridades. No tengo
palabras".
El bronce lo dejó tranquilo por ganar una presea en
competencia en suelo mexicano, pero admitió que "había un contrincante muy
fuerte, Cuba, varias veces campeón panamericano, pero contento por estar en mi
país y regalarles una medalla".
Reconoció que para alcanzar esta meta fue clave la
preparación previa que tuvieron en Europa. "México está subiendo mucho de
nivel. Fue una preparación de tres meses fuera de casa, lejos de la familia,
fuera de México y compitiendo con los mejores de todo el mundo, fue una
preparación. Agradezco a los que apoyaron a ese equipo", finalizó Soto
levantando la medalla y dirigiéndola hacia el cielo.
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