Por: KrizTérico
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1982: El adiós del Santo
El año de 1982, significó el adiós a uno de los grandes ídolos del pancracio mexicano, “El enmascarado de plata” se iba definitivamente de la lucha libre.
La afición lo pudo ver físicamente, y por última vez sobre los encortados en tres monumentales episodios, era su adiós definitivo; en la primera se presentó en el Palacio de los Deportes donde afronto a Villano III y a Rokambole (Villano V), acompañado por El Solitario; la segunda acompañado por Gran Hamada enfrento a Scorpio Sr. y a Villano I, en una desgarradora y legendaria función dentro de la Arena México, faltaba su último episodio , el Toreo de Cuatro Caminos.
Una tarde dominical en el Toreo de Cuatro Caminos con un lleno pletórico, era una mezcla de tristeza, jubilo y admiración al héroe de mil batallas; esa tarde El Sato recurrió su eterno aliado, Salvador “Gori” Guerrero; “El ave de las tempestades” salía de su retiro para acompañar en su última lucha de la pareja atómica al enmascarado de plata, pro el relevo no estaba completo, necesitaban dos compañeros de grande acople, nadie mejor que El Solitario y el “Príncipe de seda”, Huracán Ramírez, para completar la cuarteta, porque enfrente de ellos estaban los peligrosísimos “Misioneros de la muerte” (El Signo, El Negro Navarro y el Texano) complementados con un más peligroso Perro Aguayo.
Esa tarde del 12 de septiembre de 1982, El Santo se fue del ring, pero no se fue totalmente porque dejó lo más importante, un legado más que preciado, la leyenda de plata.
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