domingo, 10 de febrero de 2013

MAMÁ, ¡QUIERO SER LUCHADOR!



Por. Ánima de Coyoacán
@animadecoyoacan


¡Mamá quiero ser luchador!

Hace poco me quede de a seis, cuando un amigo mencionó que una amiga mutua (si sonó como el primo de un amigo), ya había debutado en el fascinante mundo de la Lucha Libre.

Esta pinchi noiticia, a lo mejor no significa nada, por lo que aquella muchachita tuvo una seria y dedicada fase de entrenamiento pesado, de lucha olímpica, libre, intercolegial; para debutar a los ¿tres meses?.




¡Queeee! ¿No manches tres meses?, cada quién tiene derecho hacer con su vida un papalote y créanme que no me interesa si aquella mujer lucha bien o tiene carisma, puede ser que, está bien buena, ¿no?.

Realmente la pinchi vida de los demás me vale un cacahuate, no como cierta persona que conozco, saca mocos, que anda por ahí.

Realmente lo veo del lado de las lesiones y del espectáculo que uno paga y que tiene derecho a ver gente preparada, para ello ¿no?



Es como si pagas por ver, cualquier obra de teatro y nadie sabe ¿qué?, o ¿cómo? refiriéndome a staff que te lo ofrece, la obra.

Por ejemplo y no porque ese haya sido el camino antes mencionado, pero ver al Mictlán en aquellos ayeres una vez al mes porque, siempre se lastimaba, o ver al Volador que le da miedo volar o que si fulano, que si perengano, se lastima, eso que me indica o que son muy temerarios o que están mal preparados.

Un ejemplo de esto para mí el más claro de preparación y entrenamiento riguroso, es el Perro Aguayo, que libro batallas desde muy desgastantes, hasta sangrientas y si no lo voy a negar, tiene sus lesiones, pero ahí está el señor integro y muy lúcido, además de que luchó hasta que se le dio su gana.

El Gran Cochisse, me comentaba que la preparación en tiempos añejos era mínimo de unos 6 o 7 años para, más o menos, foguearte y tener un debut bastante decente, hoy en ciertas empresas los preparan al vapor y les vale que pase o no con los luchadores; al fin y al cabo siempre hay luchadores, esperando una oportunidad.

Alguien recuerda cuantos chavos han pasado sin pena ni gloria, por las empresas más importantes de México, si recuerdan 10 de las terceras para abajo, felicidades.

O si recuerdan a los grandes triunfadores de la gran alternativa de los últimos 5 años, dobles felicidades, y de estas dos preguntas la mitad de esos luchadores se han ido porque, ¿adivinan?, aaahhh pues por lesiones.

Y los exámenes de Licencia para poder ser luchador?, hablamos de los serios, no de los que se hacen ahora, es mas tengo otro primo de un amigo que se presentó, solicitó su licencia, se la dieron sellada y ¿que creen?, efectivamente ni luchador es, solo lo hizo a manera de reportaje, quiuboles.

Bueno en fin, le deseo suerte aquella señorita y que ¡La Lucha Sea!

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